El cementerio de Longyearbyen guarda un secreto

17 diciembre 2018


En el pequeño cementerio de Longyearbyen, en el archipiélago de Svalvard, hay siete mineros enterrados que murieron en 1918 por la famosa y mal llamada "gripe española". Su cuerpo se conserva especialmente bien debido a que están enterrados en el permafrost - el subsuelo que permanece todo el año helado en estas latitudes. Esto ha convertido el cementerio en objeto de interés de algunos científicos que estudian el virus, que han tomado muestras de estos cuerpos equipados con trajes de seguridad.

Aunque no parece probable que el progresivo aumento de temperatura despierte la temida gripe española a partir de los cuerpos de estos mineros, en otros lugares del ártico ya ha habido brotes de ántrax provocados por este problema. En cualquier caso, la presencia de este permafrost y su capacidad de conservar los cuerpos - y los patógenos que porten - durante tanto tiempo, ha hecho que desde la década de 1950 esté oficialmente prohibido enterrar a nadie en esta pequeña localidad perteneciente a Noruega.  Esto ha dado lugar a muchos titulares que hablan del lugar donde "está prohibido morirse", lo que no deja de ser una mentirijilla periodística. En este estupendo vídeo publicado esta semana en The Atlantic se cuentan estas y otras historias de este remoto lugar, en el que la naturaleza se muestra con toda su belleza y crudeza. Merece la pena erchar un ojo: