El 30 de enero de 1795 consta en los anales de la Historia militar como el día en que el general francés Charles Pichegru capturó la totalidad de la flota holandesa al mando de un grupo de hombres a caballo. El surrealismo de la escena – un escuadrón de húsares cargando contra los enormes barcos – tiene una explicación sencilla: los navíos holandeses habían quedado atrapados en el hielo frente a las costas de Den Helder.
Unos días antes, la noche del 23 de enero, un grupo de húsares había sido avistado sobre el hielo, en las inmediaciones del buque holandés “Admiraal Piet Heyn”. El cirujano de a bordo describió los hechos en su diario: ”El sábado por la mañana uno de mis sirvientes me informó de que había un húsar francés apostado frente a nuestro barco. Me asomé por el ojo de buey y efectivamente, allí estaba”.
En 1834 el Baron Lahure, que participó en aquella campaña, explicó en el diario "Echo de la Frontière" que las tropas francesas habían recibido días antes noticias sobre la situación de la armada holandesa, bloqueada por el hielo cerca de Texel. “Partimos de inmediato con un escuadrón de caballería ligera – explica el Barón Lahure – y antes del amanecer tomamos posiciones entre las dunas. Cuando los barcos nos vieron, prepararon sus defensas. Enviamos una avanzadilla seguida del resto de nuestras fuerzas. En pocos minutos la flota estaba tomada”.
Unos días antes, la noche del 23 de enero, un grupo de húsares había sido avistado sobre el hielo, en las inmediaciones del buque holandés “Admiraal Piet Heyn”. El cirujano de a bordo describió los hechos en su diario: ”El sábado por la mañana uno de mis sirvientes me informó de que había un húsar francés apostado frente a nuestro barco. Me asomé por el ojo de buey y efectivamente, allí estaba”.
En 1834 el Baron Lahure, que participó en aquella campaña, explicó en el diario "Echo de la Frontière" que las tropas francesas habían recibido días antes noticias sobre la situación de la armada holandesa, bloqueada por el hielo cerca de Texel. “Partimos de inmediato con un escuadrón de caballería ligera – explica el Barón Lahure – y antes del amanecer tomamos posiciones entre las dunas. Cuando los barcos nos vieron, prepararon sus defensas. Enviamos una avanzadilla seguida del resto de nuestras fuerzas. En pocos minutos la flota estaba tomada”.
Más: 1 y 2
* Esta historia, como algunas otras, se la debo a la inestimable colaboración de JML, que me puso sobre la pista.