Jugando con trenes

17 mayo 2007

El 5 de septiembre de 1896, William George Crush, representante de la compañía ferroviaria “Katy”, organizó un espectáculo nunca visto hasta entonces: la colisión frontal de dos trenes a toda velocidad. Para el evento, Crush dispuso dos potentes locomotoras, una pintada de verde y otra de rojo, calculó el punto exacto donde se encontrarían partiendo de direcciones opuestas, y las hizo chocar a una velocidad de 75 kilómetros por hora ante miles de espectadores. Pero algo no salió como esperaban.


La tarde de la colisión, cerca de 40.000 personas se habían acercado hasta un lugar intermedio de la línea Missouri-Kansas-Texas, un punto cuidadosamente escogido a unos 15 kilómetros de la ciudad de Waco. El lugar era un anfiteatro natural, formado por tres colinas, que permitiría contemplar el espectáculo con toda comodidad y sin peligro. La expectación alcanzó tal extremo que aquel punto de la línea, bautizado como “Crush” temporalmente, se convirtió en la población más habitada del estado de Texas durante unas horas. (Seguir leyendo) (English)

La idea del choque había surgido como gran evento publicitario: la compañía "Katy" había sustituido sus viejas locomotoras por modelos más modernos, por lo que un gran espectáculo para las masas supondría una buena manera de llamar la atención y de deshacerse, de paso, de dos de las máquinas sobrantes.

En la primera de las fotografías tomadas aquella tarde se ve a las dos locomotoras paradas frente a frente, como si ambas estuvieran contemplando su objetivo. La siguiente imagen muestra el momento exacto de la colisión, a las cinco de la tarde, cuando ambas máquinas chocan frontalmente y se rompen en mil pedazos. Unos segundos después, el fotógrafo autor de la escena, Joe Deane, perdía uno de sus ojos tras el impacto de un trozo de metal y la gente corría despavorida.

El impacto fue mucho más brutal de lo esperado. Centenares de fragmentos de metralla volaron entre los espectadores y provocaron decenas de heridos. Dos hombres y una mujer cayeron al suelo fulminados por el impacto de grandes pedazos de hierro. Por algún motivo, la fuerza del choque provocó la explosión de las calderas de las dos locomotoras y un estallido tan violento como el de dos bombas gemelas. Esa misma tarde, William Crush fue despedido y acusado de haber provocado la tragedia. Sin embargo, el acontecimiento alcanzó tal repercusión en todo el país que los dirigentes de la compañía decidieron recontratarlo al día siguiente. Por primera vez en la historia, comprendían que la mala publicidad también puede ser rentable.

* Esta historia me la sugirió mi buen amigo Carlos, al que debemos muchas de las mejoras técnicas de esta página y cuyo blog A Desgana merece, al menos, una visita diaria.

Más info y fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6


* Actualización: Gracias al comentario de demolition23, os dejo un video de un espectacular choque de locomotoras filmado en 1925.