Darwin también tenía razón sobre las lombrices de tierra

15 octubre 2008


Tiempo después de publicar “El origen de las especies”, y por extraño que pueda parecer, Charles Darwin dedicó los últimos años de su vida a estudiar el comportamiento de las lombrices de tierra. El resultado de sus cuidadosas observaciones dio lugar a la que sería su última obra, la desconocida "Formación del sustrato vegetal por la acción de las lombrices de tierra", en la que señalaba el destacado papel de los gusanos en la historia de nuestro planeta como filtradores y renovadores del terreno. (Seguir leyendo)

Intrigado por las ancestrales técnicas de los cazadores de lombrices, Darwin también se aventuró a predecir una explicación al enigma. Desde tiempos inmemoriales, estos “encantadores” de lombrices introducen sus varas de madera en el suelo y la frotan para hacerla vibrar. Un instante después, los gusanos brotan por decenas a la superficie como por arte de magia y los cazadores solo se tienen que molestar en recogerlos.

En opinión de Darwin, el temblor provocado en la tierra por los cazadores de lombrices hacía creer a estas criaturas que estaban siendo perseguidas por un topo, por lo que emergían inmediatamente a la superficie.


Más de un siglo después, un grupo de investigadores de la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, acaba de encontrar una explicación al fenómeno que coincide con las previsiones de Darwin. Para comprobarlo, los científicos se desplazaron hasta los bosques de Apalachicola, en Florida, conocidos por la tradición en la caza de lombrices, y sometieron a estos animales a diversas pruebas.

El resultado demuestra que las lombrices han desarrollado una respuesta automática que les induce a escapar ante los sonidos en determinadas frecuencias, las mismas que produce el topo al avanzar bajo tierra y que los cazadores han aprendido a reproducir con un palo de madera.

Enlaces: Darwin, Earthworms and the Importance of Individuality (Wired) / How bad vibes can catch you a worm (New Scientist)