Simulación de terremotos con fuerza humana

11 enero 2009


Los japoneses son extremadamente meticulosos para todo. Durante la construcción del puente colgante de Akashi Kaikyō, el más largo del mundo, emplearon casi diez años y todo tipo de medidas de seguridad para prevenir los daños por los frecuentes terremotos.

Para probar los gigantescos amortiguadores colocados bajo las torres principales, los ingenieros idearon un método manual para reproducir un terremoto y colocaron a un centenar de trabajadores sobre la estructura a los que ordenaron balancearse simultáneamente. Coordinados por unas banderas amarillas, los trabajadores produjeron un fuerte balanceo de la plataforma, similar al que se produciría durante un seísmo, y probaron la seguridad de la construcción.


Apenas unos meses después, el 17 de enero de 1995, el famoso terremoto de Kobe, de magnitud 7 en la escala de Richter, mató a miles de personas y destrozó centenares de edificios. La estructura inacabada del puente de Akashi resisitió gracias a los grandes amortiguadores probados previamente por los ingenieros. Eso sí, como consecuencia de aquel tremendo terremoto, las dos orillas que debía unir el puente se separaron un metro y hubo que replantear toda la estructura.

Archivado en: Ingeniería extrema / Si te ha gustado, menéalo