Espíritu olímpico

02 octubre 2009

"Pero mientras tanto, el artista gallego Rubén Santiago (Sarria, Lugo, 1974), se ha encargado de que el fuego olímpico llegue a Madrid. No con una antorcha, pero sí con ese cigarrillo que fue encendido en el mismo templo de Hera, con el mismo sol y siguiendo los mismos métodos olímpicos. Eso sucedía el pasado 12 de septiembre. Después de su ceremonia vino un viaje de siete días en coche, 3.900 kilómetros, ocho países y 750 cigarros consumidos de todas las marcas encontradas en el trayecto ("todo por mantener el fuego vivo", comenta Rubén).

Durante ese tiempo, el fuego original permaneció incandescente en una cadena continua en la que cada nuevo cigarrillo era encendido con los restos del anterior, manteniendo una cadencia similar a la del relevo de atletas que el olimpismo moderno ha hecho universalmente reconocible".

Enlace: Un cigarro convertido en antorcha llega a la capital (El País). Ver: En cadena (la exposición de Rubén Santiago en Madrid)