Por qué preferimos los viernes a los domingos

20 julio 2012

La anticipación nos hace felices. Es una de las muchas ideas que expone la neuropsicóloga Tali Sharot en esta interesante conferencia TED. En un experimento realizado por el economista Geroge Loewenstein, explica, se proponía a la gente decidir cuánto estarían dispuestos a pagar por recibir el beso de alguien famoso y en qué momento preferían recibirlo. Lo que descubrió es que la mayoría de las personas estaban dispuestas a pagar más por posponerlo en el tiempo antes que recibirlo inmediatamente. Es decir, estamos dispuestos a pagar por esperar y saborear esa sensación de que algo bueno va a llegar.


Según Tali Sharot, éste es en parte el motivo por el que preferimos los viernes a los domingos. A pesar de que los domingos son un día festivo y los viernes trabajamos, cuando se hace una encuesta, el viernes aparece siempre por delante del domingo como día favorito. "A la gente le encanta el viernes", asegura Sharot, "porque significa la anticipación del fin de semana, mientras que el domingo solo ofrece la expectativa de una semana de trabajo".
Esto, que parece un poco de cajón, indica que nuestro análisis de la realidad está condicionado por las expectativas y encaja con otra hipótesis de Sharot: que nuestro cerebro está sesgado hacia el optimismo y esto nos ha permitido alcanzar muchos éxitos como individuos y como especie. El sesgo se pone de manifiesto de manera muy clara cuando se pregunta al personal sobre las expectativas sobre su propio futuro y las del vecino. Creemos que nos va a ir mejor que a los demás y que los mensajes de las cajetillas de tabaco, o las advertencias sobre el precio de los pisos, por ejemplo, no se refieren a nosotros.

¿Se puede estudiar esto desde el punto de vista de la neurociencia? Sharot y su equipo lo están intentando y el asunto tiene bastante miga. La charla merece un vistazo. (Siento que no esté en castellano) | Vía: Sentient Developments.