

No es la primera ni la última vez que un ser humano cruza un límite tan delicado.
He aquí un breve repaso de otras sonadas imposturas:
1. Rosie, la de los pies ligeros

Los jueces empezaron a sospechar: la muchacha apenas sudaba y nadie recordaba haberla visto durante la carrera.
Unos cuantos testigos revelaron la verdad: la habían visto incorporarse en el último medio kilómetro.
Era la misma que, meses antes, durante la maratón de Nueva York, había cogido el metro a mitad de recorrido. Por aquello de ganar tiempo.
2. Frederick A. Cook: la cima del engaño

Agosto de 1906. El explorador estadounidense Frederick A. Cook proclama que ha realizado la primera ascensión al monte McKinley, la cima más alta e inaccesible de Alaska.
Cook se convierte en un héroe a nivel mundial y publica el libro "To the Top of the Continent", con fotografías que dice haber tomado en la cima.
Browne y Parker, que le acompañaron hasta la base,no se fían. En 1910 organizan una expedición propia y pocas semanas después dan con el sitio exacto que Cook fotografiara como "la cúspide del continente": el lugar se encontraba a 32 kilómetros de distancia de la verdadera cúspide, cientos de metros más abajo.
3. Summerlin y la "técnica del rotulador"

El descubrimiento es celebrado a nivel mundial. Decenas de grandes investigadores se declaran asombrados: han trabajado durante décadas en el problema sin hallar una solución.
En una demostración posterior, Summerlin muestra orgulloso el par de ratones blancos que ha utilizado en los experimentos. De pronto, - oh sorpresa -alguien descubre algo raro en los parches de piel transplantada: Summerlin los ha pintado cuidadosamente con un rotulador negro.
Tras ser expulsado de la comunidad científica, Summerlin reconoció que había utilizado la "técnica del rotulador" ante la presión por parte de su jefe para obtener resultados.
4. Janet Cook, cocinando la noticia

El artículo, portada del Washington Post en septiembre de 1980, sacudió a la sociedad americana.
Meses después, presionada por sus propios jefes, Cooke confesó que había inventado la historia desde el pirncipio hasta el final: no existía ningún Jimmy.
Tuvo que devolver el premio Pullitzer.
Otras imposturas periodísticas:

Escribió más de 600 artículos: inventaba datos, entrevistas y declaraciones, además de dusilar la información de otras publicaciones.

5. Ana Rosa para olvidadizos

"... al ser mi primera novela y desarrollarse este proyecto a lo largo de muchos meses, tuve que recurrir a la ayuda y colaboración de una persona de mi entorno..."
(Fragmentos del comunicado de Ana Rosa Quintana tras la retirada por parte de la editorial Planeta de todos los ejemplares del libro 'Sabor a hiel').