
En Munich (Alemania) acaban de abrir un hospital “para corazones rotos”, una clínica pensada para atender adolescentes abandonados y dispuestos a cometer una locura. Un equipo de avezados médicos combatirá los terribles síntomas del desamor; las taquicardias, la pérdida de apetito, los deseos de cantar canciones de Silvio Rodríguez o las ganas de arrojarse desde un puente.
Uno imagina una legión de doctores armados de agujas hipodérmicas, poderosas tenazas para extirpar las ganas de morir y una gran máquina Singer con la que coser nuestras entrañas. Es posible que en el frontispicio de la clínica rece aquella máxima audeniana: “Muchos han vivido sin amor, pero ninguno sin agua”, ignorando que contra el desamor –única lección útil que nos enseñaron los poetas – nada pueden los antibióticos.
Ni una doble dosis de Tamiflu puede con ello.
“Todo lo consumado en el amor – decía Ángel González - no será nunca gesta de gusanos”. El desamor, como el sarampión, hay que pasarlo en la cama, sudarlo, llevar un estricto control de los desamores en una cartilla, como aquélla de las vacunas.
“Amé a una muchacha de vidrio – decía Gonzalo Rojas - transparente y bestial este verano… decía que el mundo le importaba una flauta” ¿Qué puede hacer contra esto la moderna Medicina? ¿Qué puede hacer el paracetamol por el viejo Pombo, aquél que encontró escrito en el vientre de su amada : “hasta aquí llegó Jacinto el día de Año Viejo”?
Parafraseando a Girondo, el desamor “arranca los botones de los botines, se alimenta de encelo y de ensalada”, deja una huella indeleble en el rostro, como las marcas de la viruela. Al desamor hay que llegar por un camino propio, sin anestesia ni miramientos, como se pierden los dientes de leche. Para sacar, como hizo Rojas, nuestras propias y escalofriantes conclusiones: ¿Sabe doctor? – habría preguntado el viejo poeta –"Puestas al fuego todas las mujeres son pelirrojas".
4 Respuestas ( Deja un comentario )
La mejor manera de convatir el desamor es con otro amor. Lo que pasa es que los que somos tan raros y feos no nos es sencillo encontrarlo.
Unos más que otros, Chasky, unos más que otros.
Yo kiero ir al hospital pero uno mas cerca de mexico....
hola, muy bueno que esta tu blog, me gustaria que si existiera ese hospital pues ya tengo varios años padeciendo de ese mal... pero bueno creo que solo es un sueño de muchos... hasta luego que este bien y que siga escribiendo cosas interesantes.
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