Cinder, la chimpancé calva

29 marzo 2007

La primera vez que miramos a Cinder nos produce un escalofrío. Su aspecto es el de una mona vieja y sabia, un animal demasiado humano como para estar mirándonos desde el otro la de la jaula. Cinder perdió todo el pelo cuando tenía siete meses de edad, primero en las extremidades inferiores, después de todo el cuerpo. Los veterinarios realizaron múltiples pruebas hasta comprobar que se trataba de un caso de alopecia areata, una enfermedad que también afecta a los humanos.

Cinder es una joven chimpancé del zoo de Saint Louis. A pesar de su aspecto avejentado, solo tiene 13 años. Cuando nació, el 9 de agosto de 1994, tenía todo el pelo, pero en apenas 7 meses pasó convertirse en un simio desnudo y extraño. (Seguir leyendo) (English)

La alopecia areata es una enfermedad autoimmune de la piel que provoca la caída total o parcial del pelo del cuerpo. Actualmente la enfermedad afecta a un 1,7 por ciento de la población humana; solo en los Estados Unidos hay 4,7 millones de personas afectadas. Cuando se trata de una pérdida total del pelo, como en el caso de Cinder, pasa a denominarse alopecia universalis.

Tal vez lo que nos asusta de Cinder es el descubrimiento de debajo del chimpancé estamos nosotros mismos, rasgos del mono que fuimos o que todavía estamos siendo. Observando a Cinder se diría que el ser humano no es más que un viejo mono aquejado de alopecia universalis.

Curiosamente, después de todos estos años esta ausencia de pelo no ha afectado lo más mínimo a Cinder en sus relaciones sociales; el resto de monos la ha tratado siempre como una más a pesar de sus diferencias. Durante años ha jugado, peleado y convivido con los demás como uno más del grupo. Algo que con toda seguridad no habría sucedido en una comunidad humana.

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In English: Cinder, the naked chimpanzee