Descenso al otro LHC

23 febrero 2014


Hace unos meses, como comenté por aquí, tuve la oportunidad de visitar el CERN y los túneles del Gran Colisionador de Hadrones. La crónica con algunas de las cosas que aprendí en aquella visita la podéis leer en @Next_ciencia.
"Uno de los aspectos menos conocidos de los trabajos de ajuste del LHC es la importancia de la limpieza. "Un problema importante son los tornillos", explica Garoé González. "Si se te cae uno de los tornillos que es de plástico no pasa nada, pero cuando escuchas ¡clinc! sabes que es uno metálico. Y cuando se pone en marcha la máquina, esos tornillos pueden ser balas aquí dentro. Una vez que enciendes, eso empieza a volar por todas partes". Por eso, una vez terminados los trabajos, decenas de personas trabajarán dentro del detector provistos de aspiradoras y mochilas, hasta dejarlo impoluto y sin partículas de polvo, que también pueden acumular radiación."
Seguir leyendo en: Descenso al otro LHC: lo que los físicos no esperaban encontrar (Next)

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