Cuando los falsos recuerdos matan

21 mayo 2014


En octubre de 1980, Steve Titus fue detenido por la policía después de que una víctima le identificara como autor de una violación. Tenía un coche parecido y se parecía físicamente al asaltante, pero Titus aseguraba ser inocente. La víctima le identificó ante los policías y después con total certeza ante el tribunal que envió a Titus a prisión: no cabía duda, aquel era el hombre que la había violado. Desesperado, su abogado acudió a la prensa local y el periodista Paul Henderson del Seattle Times empezó a tirar del hilo. Su investigación - que después le valdría un premio Pulitzer - le llevó a descubrir al verdadero autor de la violación, que se confesó autor de aquel asalto y de otros cincuenta similares en la zona. Pero Titus ya estaba destrozado. Tras salir de la cárcel comenzó una batalla legal para reclamar por los daños y el día antes de la vista, a los 35 años de edad, murió de un ataque al corazón provocado por el estrés.

Entre las personas que ayudaron a Titus estaba la psicóloga Elizabeth Loftus, una de las mayores especialistas en analizar la creación de falsos recuerdos en nuestro cerebro y las consecuencias que pueden tener. Como veréis en esta fascinante charla TED, Loftus explica la escasa fiabilidad que deberían tener los testigos en un juicio, puesto que nuestra memoria está cambiando continuamente y puede ser influida por innumerables factores. "Nuestra memoria se parece a una página de la Wikipedia", explica, "puedes entrar ahí y cambiarla. Pero también puede hacerlo otra gente".



Loftus ha demostrado que un testigo puede recordar un accidente de forma diferente en función de las palabras que le dice la persona que se lo describe. O que el interrogador puede modificar completamente el recuerdo de una escena en función de lo que le diga sobre los hechos. El cerebro es tan influenciable que la persona puede ser inducida a cambiar la identidad de su torturador si se le somete a suficiente estrés. Pero el caso más escalofriante, que llevó a Loftus a un montón de problemas legales, fue el descubrimiento de que miles de mujeres estaban siendo inducidas a crear falsos recuerdos de abusos en la infancia por sus psicoterapeutas. Si queréis saber más, ésa es una de esas charlas que debéis ver con un poco de tiempo y sin nada que os distraiga.