Uno de los mejores testimonios que tenemos de las matanzas de ballenas durante el siglo XIX son los diarios en los que los balleneros apuntaban meticulosamente sus capturas. En el Museo Ballenero de New Bedford han digitalizado muchos de estos documentos y se pueden consultar online las páginas en las que los capitanes anotaban sus rutas, cambios de tiempo y las ballenas y cachalotes capturados por la tripulación.
Aunque son minoría, resultan especialmente vistosas las páginas en las que el capitán dibujaba la silueta de la ballena capturada y anotaba el número de barriles de aceite que los marineros extraían de la captura. En algunas ocasiones, los balleneros dibujaban solo las colas, también cuando la ballena escapaba, para conocer los movimientos de los ejemplares. Con estas pistas, como relata Philip Hoare en su recomendadísimo libro “Leviatán o la ballena”, los capitanes eran capaces de seguir a los cachalotes más esquivos y temibles que inspiraron la historia de Moby Dick.
En el Museo Ballenero de New Bedford ofrecen algunas instrucciones para comprender mejor las anotaciones de los balleneros en sus diarios. La mayoría de ellas comienzan con una frase introductoria con observaciones sobre el tiempo, la velocidad del viento y la posición. La mayor parte de la actividad en un ballenero se centraba en tareas rutinarias y solo en los periodos de intensa caza toda la tripulación se dedicaba de lleno a la captura y posterior procesamiento de las ballenas (cortarla en trozos y hervir la grasa para obtener aceite). En muchas ocasiones se anotan encuentros con otros barcos y las paradas en puerto donde a veces se encuentran con las familias.
Estos diarios balleneros son ahora documentos muy preciados que salen a la venta de vez en cuando en alguna casa de subastas y cuyo contenido está sirviendo a algunos climatólogos para conocer cómo han podido cambiar las corrientes o las rutas que quedaban cubiertas por el hielo como consecuencia del cambio climático. No hace mucho, en el diario del ballenero Hector, se encontraron unas espectaculares acuarelas que ilustraban perfectamente estas cacerías en mitad del océano, con decenas de cachalotes alrededor de las barcas de los pescadores. Los dibujos fueron realizados entre los años 1842 y 1845 por un marinero llamado James Moore Ritchie, que los hacía en sus ratos libres.
Enlaces: Diarios balleneros del museo de New Bedford | Acuarelas del ballenero 'Hector'