Un tesoro en el archivo de plantas muertas

04 abril 2016

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Si alguien quisiera reconstruir la historia del gin-tonic es probable que sus pasos le terminaran llevando hasta una de las estanterías del herbario del Real Jardín Botánico de Madrid. Aquí se conservan algunas de las cascarillas de cinchona recopiladas por la expedición de Ruiz y Pavón al Virreinato del Perú entre 1777 y 1784, los pedazos de corteza de la quina con los que luego se trataban enfermedades como la malaria. En sus estanterías están también los centenares de plantas que expediciones como la de Malaspina trajeron a España y que en muchas ocasiones describían por primera vez una especie. Un poco más allá, en el archivo del jardín, se guardan las ilustraciones de la expedición de Celestino Mutis, tan valiosas que en la Guerra Civil se desalojaron junto a las obras del Museo del Prado.

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