Mercurio, el planeta que engañó a nuestro cerebro

08 mayo 2016

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El astrónomo Thomas Dobbins recuerda otros episodios en los que Mercurio siguió despistando a los observadores. Durante el tránsito del 5 de noviembre de 1868, el astrónomo aficionado inglés William Huggins detectó un halo brillante alrededor del planeta y publicó sus observaciones en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. "La anchura del anillo luminoso era de alrededor de un tercio del diámetro aparente del planeta", escribió Huggins. "La aureola no despareció en el margen exterior, sino que permaneció con la misma intensidad durante todo el recorrido, con un límite muy definido". Ese mismo día, desde el observatorio de Greenwich, el astrónomo E. J. Stone informó de que "un anillo de luz era claramente visible alrededor del disco de Mercurio".

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