Cuando el ejército de EEUU se llevó dos calamares gigantes de Luarca a Washington

28 junio 2018

washington 238

Cuando sonó el teléfono aquella tarde de mayo de 2007 y alguien preguntó por él, Luis Laria pensó que sería uno de los periodistas que le llamaban por entonces para entrevistarlo como director del Museo del Calamar Gigante en Luarca. Pero quien hablaba al otro lado del teléfono le iba a dar una sorpresa. “La voz hablaba medio inglés e italiano”, recuerda. “Y me dice: soy coronel del Ejército del Aire de los Estados Unidos y tengo la encomienda de mis superiores de hablar con usted para que nosotros traslademos sus dos calamares gigantes a Washington”. Por un instante Laria pensó que se trataba de una broma, hasta que comprendió que su interlocutor se refería al préstamo de dos especímenes de Architeuthis que había acordado unos meses antes con el Museo Smithsonian. El coronel, que parecía tan divertido como él por la extraña situación, le informó al cabo de un rato: “Vamos a poner a su disposición uno de los mayores aviones de la Fuerza Aérea, puede usted elegir el vuelo que desee. Solamente le vamos a pedir que nos concedan un deseo: el operativo debe denominarse Operación Calamari”.

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