La pesadilla de tener 300 orgasmos al día

09 abril 2019

orgasmos

La primera vez le pareció divertido. Fue durante un fin de semana de escapada con su pareja, hace cuatro años. “Salimos a desayunar y me lo había pasado tan bien que le dije ¿qué es lo que hiciste ayer?”, explica. Pero el gesto se le fue cambiando a medida que pasaba el tiempo y aquella sensación no cesaba. Lo primero que pensó fue que se trataba del efecto de una nueva crema lubricante que había probado aquella noche, así que subió a la habitación y se lavó. Pero llegó el mediodía y la tarde y la sensación y los orgasmos espontáneos no paraban. “Cuando llegó la noche y vi que no podía ni dormir me asusté mucho”, recuerda. “Aquello ya no tenía ni puñetera gracia”.

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