Nochevieja a bordo de un A-380 sobre la Antártida

02 enero 2010

Imagen: Penny Stephens (The Sydney Morning Herald )

Técnicamente, llamarle Nochevieja no es del todo correcto, puesto que el Airbus 380 de la compañía Qantas salió de Melbourne el jueves por la tarde y regresó al día siguiente al mismo lugar sin dejar de estar un solo momento bajo la luz del sol. Así que los 450 pasajeros a bordo del A-380 vivieron un largo y blanco día de Año Nuevo. (Seguir leyendo)

El vuelo duró doce horas, de las cuales cuatro fueron sobre el continente helado. Qantas lleva años organizando este tipo de vuelos para recibir el año, pero es la primera vez que se realiza a bordo de un A-380, el gigante de Airbus capaz de albergar a casi medio millar de personas. Los pasajeros pagaron un precio que iba desde los 999 dólares del asiento más barato hasta los 6.000 del más caro.

Imagen: Penny Stephens (The Sydney Morning Herald )

El recorrido del vuelo es tan absurdo como su propio propósito: salida de Melbourne con llegada a Melbourne. El único objetivo del viaje es contemplar las enormes extensiones de hielo y tomarse una copa de champán sobre el lugar más frío de la Tierra. Entre los 450 pasajeros, cuentan los medios locales, había 18 personas que cumplían años, dos parejas que celebraban sus bodas de oro y un par de jovencitos que se prometieron antes de salir. Para amenizar la travesía, la banda de música de la compañía que le da el toque demencial al asunto.


¿Cómo es pasar una Nochevieja sobre la Antártida? Viendo el vídeo grabado por uno de los pasajeros, la fiesta se antoja un poco ridícula y decadente. Sin embargo, el espectáculo de volar sobre la Antártida debe de ser glorioso. “Cada vez que hago este vuelo”, asegura el capitán John Dennis, que ha comandado 40 veces el mismo viaje, “es difícil quitarse la sonrisa de la cara. Las fotos no hacen justicia. Es tan enorme….”.

Por muy bonito que sea, esperemos que esta nueva modalidad de turismo antártico en aviones no se convierta en una moda: ya hay bastantes turistas dañando estas regiones en grandes cruceros y haciendo pagar al ecosistema un precio demasiado alto por el capricho de unos cuantos.

Enlace: Trip to Antarctica is all white with them (Sydney Morning Herald).

Ver también: Vuelos transpolares, el atajo del Ártico (Fogonazos)