Queridos científicos: quiero un dragón (Sophie, 7 años)

09 enero 2014


La agencia de investigaciones científicas australiana (CSIRO) recibió hace unos días una carta muy particular. La remitente es una niña australiana de 7 años llamada Sophie que les pide con mucha amabilidad que le consigan, si es posible, un dragón para poder jugar con él y cuidarlo en su jardín. La carta dice más o menos así:
Hola adorable científico:

Mi nombre es Sophie y tengo 7 años. Mi padre me ha hablado de los científicos en CSIRO. ¿Sería posible que me consiguieran un dragón para mí? Me gustaría tenerlo si vosotros pudierais, aunque si no podéis también está bien.

Le llamaría "desdentada" si fuera una chica y si fuera un chico le llamaría Stuart.

Lo mantendría en mi zona especial de césped verde, donde hay muchísimo sitio. Le daría de comer pescado crudo y le pondría un collar. Si se hiciera daño a sí mismo lo vendaría. Jugaría con él todos los fines de semana y cuando no hubiera colegio.

Con afecto, de Sophie.


En el dibujo que acompaña a la carta se ve algo que parece un dragón, sujeto con una cuerda por una niña pequeña, que debe de ser la propia Sophie. La niña ha añadido la advertencia de que la cara del dragón "debería ser negra" (ella la ha dibujado en blanco para que se vean los ojos y la boca).

Lo más divertido es que la agencia CSIRO ha contestado a Sophie con un artículo en su web bajo el título "Acelerando nuestro programa de I+D sobre dragones". La respuesta de la agencia dice así:

"Llevamos haciendo ciencia desde 1926 y estamos bastante orgullosos de nuestros logros. Hemos puesto billetes fabricados con polímeros en vuestras carteras, repelente de insectos en vuestros brazos y piernas y wifi en vuestros dispositivos electrónicos. Pero nos hemos olvidado de algo.

No tenemos dragones.

Durante los pasados 87 años no hemos sido capaces de crear un dragón ni huevos de dragón. Hemos visto un dragón barbado en uno de nuestros telescopios, hemos observado libélulas [en inglés, "dragonflies", juego de palabras] e incluso hemos medido la temperatura corporal de los dragones Ctenophorus. pero nuestro trabajo nunca se ha centrado en dragones de los mitológicos, de la variedad que escupe fuego.

Y por esto, Australia, pedimos disculpas".
Al final del artículo, los científicos recomiendan a Sophie que vea "Juego de Tronos" porque podrá ver muchos dragones, aunque algunos lectores les recuerdan que no es una serie demasiado apta para una niña de 7 años. Aunque cuando sea mayor, sin duda, la disfrutará.

Referencia: Accelerating our dragon R&D program (CSIRO) | [Vía]

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