Es hora de limpiar la ballena azul

09 julio 2014

Imagen: AFP/Getty

La ballena azul que cuelga del Museo de Historia de Nueva York mide unos 30 metros y pesa casi diez toneladas, y cada año necesita una limpieza para evitar su deterioro. Como veréis en el vídeo, estos días están pasando la aspiradora por la superficie de la reproducción, un delicado proceso a cargo de la jefa de mantenimiento Brittany Janaszak.



El modelo, una réplica de una ballena azul encontrada en 1925, se exhibe desde 1969, pero en su momento se construyó con muchos errores anatómicos. Como explican en The Atlantic, en 2001 los conservadores del museo actualizaron la anatomía de la ballena en función de los nuevos conocimientos: la repintaron, rediseñaron el espiráculo para hacerlo más realista, hicieron los ojos menos salientes y redujeron el tamaño de la cola. Y lo más importante: le añadieron un ombligo, porque como todo mamífero las ballenas azules tienen un ombligo que hasta hace unas décadas nadie se acordaba de poner.

Para que veáis que los americanos tienen sentido del espectáculo, aquí os dejo un vídeo del propio museo que anuncia la limpieza como un acontecimiento e incluso ha ofrecido un streaming en directo.