Patelo termina la sala de máquinas de un trasatlántico

05 marzo 2018 Etiquetas:



Hace seis años, cuando mi colega Adriano Morán y yo visitamos a Patelo en su taller en abril de 2012, nos enseñó con orgullo su colección de motores en miniatura y nos mostró cómo trabajaba cada día con esmero construyendo estas pequeñas obras entre la ingeniería y el arte. Al final del día nos fuimos a dar una vuelta por algunos de los paisajes donde él había trabajado de joven y le preguntamos cuál sería su ilusión. Era un día lluvioso y teníamos todos los sentimientos a flor de piel. "Mi ilusión ahora sería hacer una sala de máquinas de un trasatlántico", me dijo. "Hacer cuatro motores acoplados a dos reductoras con dos hélices de paso variable. Pero ya es demasiado tarde". Mientras me lo decía, Patelo tenía los ojos humedecidos por la emoción, como el que sabe que tiene un sueño que ya nunca va a poder cumplir.

En las conversaciones que tuvimos meses después yo intenté animarle para que se pusiera a trabajar en la sala de máquinas, pero siempre se mostraba reticente, como si la tarea fuera demasiado ambiciosa para alguien de su edad. Durante un tiempo, siguió construyendo motores más pequeños, pero la idea empezaba a germinar en su cabeza. Una mañana, varios años después, me llamó y me dijo que se había puesto manos a la obra y que estaba dispuesto a acabar su sueño como fuera. Y durante muchos meses hemos contado por aquí los progresos.

Hoy, después de más de tres años de trabajo, en 7800 horas en las que ha colocado 1884 tornillos y 2186 piezas, el sueño de Patelo ha culminado y su sala de máquinas de un trasatlántico ya es una realidad. La miniatura consta de 4 motores V-16 de 24 cm3 de cilindrada cada uno, dos reductoras y dos cambios para la regulación de las palas, además de dos toberas móviles con timón y dos hélices de paso variable como las que me dijo en su día que quería construir. Y en el siguiente vídeo podéis verlo en toda su plenitud Felicidades maestro. :)